El asambleísta por Pichincha, Dominique Serrano Molina, del movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN), enfrenta una posible sanción por parte del Consejo de Administración Legislativa (CAL), luego de haber sido denunciado por su compañera de bancada, Valentina Centeno, por dibujar caricaturas durante una sesión de la Comisión de Transparencia y Control Social.
Como defensa, Serrano alegó una condición médica preexistente, específicamente un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), como motivo de su comportamiento. Esto, dicen influye en su comportamiento y desempeño, por lo que solicita una consideración especial en el marco del reglamento interno.
El caso ha encendido la polémica no solo por su actitud en sesiones oficiales, sino también por la presencia de varios familiares directos en cargos públicos dentro de la Asamblea:
Su hermano, Jeremy Serrano Molina, ocupa un cargo administrativo en el Parlamento.
Su madre, Paulina Molina Coro, fue asesora del asambleísta Eckenner Recalde hasta mayo de este año.
Su tía, María del Cisne Molina Coro, también es legisladora por el mismo movimiento.
Y su alterna en el cargo es Nathaly Recalde, hija del asambleísta Recalde.
Este entramado familiar ha generado nuevas críticas en un contexto político donde la transparencia y la ética pública están en el centro del debate.